La música, para muchas personas es una forma de vida. Una manera de poder plasmar sentimientos como lo hace un pintor en un lienzo o un escritor en un poema. La música está presente en el día a día de prácticamente todas las personas.
La música, es el arte de combinar sonidos de una manera agradable para el oído humano, siempre y cuando respeten las leyes de la armonía, el ritmo y la melodía. Pero quizás esta definición no es la más completa que podemos poner. Muchos científicos, con el afán de saber y buscar explicaciones racionales al porque de las cosas, han estado estudiando el posible efecto que produce la música en el crecimiento de las plantas. Ninguna feria de ciencias escolar estaría completa sin el obligado experimento sobre el efecto de la música sobre las plantas. La presunta conexión entre melodías y flora tuvo como resultado un álbum titulado "Música para hacer crecer plantas".
No hace falta decir que el disco no llegó a estar entre los 40 más vendidos, ya que por ahora, las plantas no podrían ir a comprarlo, pero, algunos científicos han desarrollado serias investigaciones al respecto.
Desde la década del '50, los científicos se han preguntado cómo, o si, la exposición de las plantas a la música afecta su germinación, crecimiento, reproducción y genética.
Una vez más, la música nos sorprende con otra fascinante aplicación, seguramente desconocida para muchos de nosotros.
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